jueves, 2 de junio de 2011

adolescencia y la pubertad

La pubertad marca el paso de la niñez a la adolescencia.
La palabra pubertad viene del latín "pubes" que quiere decir pelos, y no es por casualidad: la aparición de pilosidad en el pubis, y en otras partes del cuerpo, explican este nombre.
Al principio ciertas glándulas: hipófisis, testículos y ovarios segregan hormonas que circulan por la sangre y van a modificar los órganos a los que están destinadas.
Todo nuestro cuerpo se modifica. Cambiamos de aspecto y estas modificaciones corporales explican el fenómeno por el que nos pasamos horas en el cuarto de baño, mirándonos al espejo, inspeccionando nuestro cuerpo e intentando asimilarlo. Y nos quitamos un granito por aquí y otro por allá, nos afeitamos, nos depilamos...
Este nuevo cuerpo, diferente, más masculino o más femenino que los demás miran de otra manera, nos asusta un poco; cambia más rápidamente de lo que habíamos imaginado nunca.
Por supuesto no todo son problemas, todos estos cambios son necesarios para entrar en nuestra vida de adulto, son totalmente naturales y necesarios, la pubertad es un renacimiento. 
Las primeras reglas: una vez por mes, los ovarios expulsan un óvulo que el útero se prepara para acoger (a esto se le llama ovulación). Si éste no es fecundado por un espermatozoide, será expulsado junto con los tejidos que lo retenían en el útero: la regla está hecha de sangre y de esos tejidos.
Es importante retener el momento de la ovulación: aproximadamente entre dos menstruaciones, puesto que es en ese momento en el que un óvulo puede ser fecundado.
La ovulación se acompaña durante unos días de secreciones vaginales de mucosidades, éstas tiene como objeto facilitar el acceso de los espermatozoides al óvulo, los juegos sexuales en esos días son "peligrosos" porque pueden acabar en embarazo no deseado.
Con la llegada de las primeras reglas el cuerpo cambia: los senos crecen, así como las nalgas, caderas y como ocurre en los chicos, las extremidades del cuerpo se alargan, la piel cambia, se vuelve más grasa, y los granitos (acné) hacen su aparición.
El cuerpo de niña se transforma en cuerpo de mujer, capaz de ser engendrado. Aunque como en los jóvenes, el crecimiento se acaba entre 22 y 24 años.
En ellos
Cambio de voz: la voz cambia, se vuelve más grave, produciendo en muchos casos sonidos desacordes.
El vello: pubis, axilas, piernas, brazos, cara, se cubren de pilosidad.
Aspecto: las piernas, brazos, pies, manos, se alargan; las espaldas se vuelven más anchas, los órganos genitales oscurecen y aumentan de tamaño, todas las extremidades se alargan.
La piel: la piel se vuelve más grasa, su olor cambia, los granos (acné) aparecen.
Sexualidad: las erecciones son más frecuentes y se acompañan de excitación sexual; y eyaculaciones nocturnas, totalmente normales.
El cuerpo de niño se transforma en cuerpo de hombre capaz de engendrar.  Todos estos cambios físicos nos entran de lleno en la adolescencia.
Pero no sólo cambiamos físicamente. El hecho de tener un cuerpo de hombre o de mujer implica que hay que asimilarlo y aceptarlo; pero no sólo por nosotros sino también por nuestro entorno. Es en esta asimilación y aceptación donde residen la mayoría de los problemas de la adolescencia.
Mirarse al espejo es una necesidad: el granito este me queda fatal; uno de estos días tendré que afeitarme.
Mi pecho crece demasiado o demasiado poco, los hombres me miran como lobos que quieren comerse un corderillo, me dan miedo, o no me miran, como si no estuviese claro que ya soy una mujer.
El niño que éramos "muere" para dar paso al adulto: no queremos ser tratados como niños y nos irrita que nos traten como tal, pero nuestros padres y nuestro entorno no parecen percatarse de nuestros cambios; necesitan tiempo, o tal vez no nos vean lo suficientemente autónomos, pero ¿lo somos? O aún necesitamos a nuestros padres.
Nuestros padres nos procuran bienes materiales, afecto, y de vez en cuando, cuando ser adultos nos parece demasiado difícil, nos gustaría que nos tratasen como niños, hacemos lo que se llama una regresión; quizás retrocedemos para saltar mejor, porque ser adulto se aprende, y esto no ocurre de la noche a la mañana.
Así, en nuestra relación con nuestros padres necesitamos paciencia, por una parte para que asimilen que ya no somos niños, por otra porque aún los necesitamos, todo esto se va haciendo poco a poco.
Ser adulto significa ser autónomo y responsable, y esto hay muchas personas de cuarenta años que aún no lo han conseguido.

factores de riesgo en el propio adolecente

Aquí es preciso considerar los factores genéticos -aunque dentro de su estricta dimensión de responsabilidad- que pueden conllevar un riesgo de drogadicción. Es el caso del alcoholismo familiar entre los descendientes varones, a los que se transmite esta predisposición genética (no obstante no llegan al 30 % los hijos de alcohólicos que acaben siendo ellos mismos alcohólicos). Una historia familiar de conductas antisociales es otro factor de riesgo. El temperamento del niño pequeño con frecuentes estados de humor negativo e inhibición puede predecir una conducta futura de adicción. El comportamiento agresivo en niños de 5 a 7 años de edad se ha encontrado como predictor defuturas conductas antisociales, incluyendo consumo de drogas, en la adolescencia. La hiperactividad y los trastornos de atención también se han considerado factores de riesgo en el consumo de sustancias.

La edad es una variable importante a tener en cuenta. Así, por ejemplo, el consumo de alcohol en edades precoces influye en el riesgo de consumir marihuana más tarde, y cuanto antes se consuma marihuana, mayor es el riesgo de adicción a otras drogas ilícitas. Está plenamente demostrado que el uso de drogas antes de los 15 años es un consistente predictor del abuso de drogas más adelante. No existen diferencias importantes en lo que concierne al sexo del adolescente drogadicto (únicamente el embarazo de adolescentes se considera un factor de riesgo en el consumo de drogas).

El fracaso escolar sí que constituye un importante factor de riesgo, aunque ha sido asociado más con la delincuencia que con la drogadicción, la cual no queda excluida. El pobre interés por el aprendizaje es ciertamente un factor de riesgo para la drogadicción. Sin embargo, la mayoría de estudios sugieren que el ajuste social del niño es más importante que los resultados académicos en los primeros grados de la escuela para la predicción del abuso posterior de drogas. La precoz conducta antisocial en la escuela predice el fracaso escolar posterior y el abuso de drogas más adelante. La combinación de agresividad y timidez en la relación con los compañeros en los primeros cursos escolares es un explosivo cóctel que predispone más tarde a las conductas adictivas.

La rebeldía ante los valores sociales es un predictor de delincuencia y abuso de drogas. Incluso hay autores que, midiendo estas actitudes antisociales en niños de 7 años de edad, han pronosticado el uso de marihuana a los 18 años.
Uno de los más fuertes predictores de uso de sustancias en los adolescentes es cuando los compañeros -especialmente si es "el mejor amigo"- las utilizan. La influencia de los compañeros (los pares) en el uso de drogas por el adolescente es mucho más fuerte que la influencia de los padres (¡por más beneficiosa que ésta sea!). Es decir: cuídense de los amigos de sus hijos.

Las investigaciones muestran una estrecha relación entre la iniciación a las drogas del adolescente y sus actitudes y creencias respecto de ellas: la drogadicción va precedida de una valoración favorable al uso de sustancias.

Con todo lo anteriormente dicho se puede hacer un perfil del adolescente de alto riesgo que puede estar abocado al abuso de drogas

adolescentes rebeldes

Es la eterna pregunta acerca de los jóvenes más rebeldes o sobre los que es mucho más difícil aplicar autoridad y la famosa ‘mano dura' de la antigua usanza.

¿Son las conductas moldeables? ¿Hay adolescentes inevitablemente rebeldes, maleducados, asociales...? ¿O son víctimas o consecuencias de sus entornos más inmediatos?

Una se va haciendo mayor y va notando que ya no es una chica, para dar la bienvenida a la edad adulta, plena y madura. Quizá esto es lo que me haya llevado a prestarle últimamente más atención al tema de los adolescentes, qué hacen, cómo se comportan... Igual en el fondo busco saber si yo era también así, ¡hace tan sólo unos años!

Sois pocas, en comparación con el resto de usuarias, las madres de hijos e hijas adolescentes. Me gustaría saber no obstante, qué pensáis de esos que dicen que las nuevas generaciones son cada vez ‘peores' y que ahora los jóvenes, en general ‘son caso perdido, en lugar de la esperanza de los que somos más mayores'.

Suena tremendista pero, ¿tiene parte de cierto?

EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA

CONCEPTOS GENERALES
    La OMS define como adolescencia al "período de la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la independencia socio – económica" y fija sus límites entre los 10 y 20 años.
    Es considerada como un periodo de la vida libre de problemas de salud pero, desde el punto de vista de los cuidados de la salud reproductiva, el adolescente es, en muchos aspectos, un caso especial
    En muchos países, los adolescentes llegan a representar del 20 al 25% de su población. En 1980 en el mundo habían 856 millones de adolescentes y se estima que en el 2000 llegarán a 1,1 millones. La actividad sexual de los adolescentes va en aumento en todo el mundo, incrementando la incidencia de partos en mujeres menores de 20 años.
    Por los matices según las diferentes edades, a la adolescencia se la puede dividir en tres etapas:
1. – Adolescencia Temprana (10 a 13 años)
    Biológicamente, es el periodo peripuberal, con grandes cambios corporales y funcionales como la menarca.
    Psicológicamente el adolescente comienza a perder interés por los padres e inicia amistades básicamente con individuos del mismo sexo.
    Intelectualmente aumentan sus habilidades cognitivas y sus fantasías; no controla sus impulsos y se plantea metas vocacionales irreales.
    Personalmente se preocupa mucho por sus cambios corporales con grandes incertidumbres por su apariencia física.
2. – Adolescencia media (14 a 16 años)
    Es la adolescencia propiamente dicha; cuando ha completado prácticamente su crecimiento y desarrollo somático.
    Psicológicamente es el período de máxima relación con sus pares, compartiendo valores propios y conflictos con sus padres.
    Para muchos, es la edad promedio de inicio de experiencia y actividad sexual; se sienten invulnerables y asumen conductas omnipotentes casi siempre generadoras de riesgo.
    Muy preocupados por apariencia física, pretenden poseer un cuerpo más atractivo y se manifiestan fascinados con la moda.
3. – Adolescencia tardía (17 a 19 años)
    Casi no se presentan cambios físicos y aceptan su imagen corporal; se acercan nuevamente a sus padres y sus valores presentan una perspectiva más adulta; adquieren mayor importancia las relaciones íntimas y el grupo de pares va perdiendo jerarquía; desarrollan su propio sistema de valores con metas vocacionales reales.
    Es importante conocer las características de estas etapas de la adolescencia, por las que todos pasan con sus variaciones individuales y culturales, para interpretar actitudes y comprender a los adolescentes especialmente durante un embarazo sabiendo que: "una adolescente que se embaraza se comportará como corresponde al momento de la vida que está transitando, sin madurar a etapas posteriores por el simple hecho de estar embarazada EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA
   
Se lo define como: "el que ocurre dentro de los dos años de edad ginecológica, entendiéndose por tal al tiempo transcurrido desde la menarca, y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen".
   
La "tasa de fecundidad adolescente (TFA)" ha ido disminuyendo desde los años 50 pero en forma menos marcada que la "tasa de fecundidad general (TFG)", condicionando un aumento en el porcentaje de hijos de madres adolescentes sobre el total de nacimientos. En 1958 era del 11,2%; en 1980 del 13,3%; en 1990 del 14,2%; en 1993 del 15%. Este último porcentaje se traduce en 120.000 nacidos vivos de mujeres menores de 20 años.
   
La fecundidad adolescente es más alta en países en desarrollo y entre clases sociales menos favorecidas, haciendo pensar que se trata de un fenómeno transitorio porque, de mejorarse las condiciones, ella podría descender.
   
Para otros investigadores, la disminución de las tasas de fecundidad adolescente está cada vez más lejos, ya que el deterioro de las condiciones socioeconómicas globales hace que se dude sobre la posibilidad de que la mayoría de los países realicen mayores inversiones en sus sistemas educacionales y de salud, para alcanzar la cobertura que el problema demanda.
   
EE.UU es el país industrializado con mayor tasa de embarazadas adolescentes, con una tasa estable del 11,1% en la década de los ´80.
   
Canadá, España, Francia, Reino Unido y Suecia, han presentado un acusado descenso de embarazos en adolescentes, coincidiendo con el aumento en el uso de los contraceptivos.
   
En España, en 1950, la tasa de recién nacidos de madres entre 15 y 19 años era del 7,45/1000 mujeres; en 1965 llegaba al 9,53; en 1975 alcanzaba el 21,72, para llegar al 27,14 en 1979. Descendió, en 1980, al 18/1.000 mujeres y al 11 en 1991. Los últimos datos hablan de un 35,49/1000 mujeres en 1994, descendiendo al 32,98 en 1995 y al 30,81 en 1996.
   
Según el Ministerio de Sanidad y Consumo español, el 12% de las jóvenes con edades entre 14 y 15 años, han mantenido relaciones sexuales alguna vez, lo que significa 160.000 en números absolutos, previéndose que alcanzarán 400.000. Deben tenerse en cuenta, además de los nacimientos de madres adolescentes y el porcentaje de adolescentes sexualmente activas, los más de 6.000 abortos ocurridos en mujeres entre los 14 y 19 años por lo que, el supuesto descenso de la tasa de embarazadas adolescentes, no lo fue tanto.
   
En España, a partir de los años ´80, se ha registrado un incremento en el uso de contraceptivos y preservativos comercializándose, en 1993, unos 40 millones de preservativos, equivalente a la media más alta de los países de la Comunidad Europea (3,5 preservativos por habitante). Actualmente es imposible conocer el número de adolescentes que abortan. Sólo 2/3 de los embarazos de adolescentes llegan al nacimiento de un hijo; de los nacidos, un 4% son dados en adopción y un 50% permanecen en hogar de madre soltera. Un 8% de las adolescentes embarazadas abortan y un 33% permanece soltera durante el embarazo.
   
En nuestro país no es esa la tendencia, con una mayoría importante que se mantiene soltera, en la que prevalece la "unión estable", aunque la incidencia del aborto en las adolescentes no ofrezca credibilidad razonable por el importante subregistro que podría llegar a un aborto registrado por otro no registrado.
   
Ya se dijo que la proporción de jóvenes que han iniciado relaciones sexuales va en aumento y que la edad de inicio está disminuyendo, pero la capacidad para evitar el embarazo no acompaña a este comportamiento.
   
En Buenos Aires, en una encuesta realizada a una población estudiantil en 1995, se observó que la edad promedio de inicio de relaciones sexuales, fue de 14,9 años para varones y 15,7 años para mujeres, variando la proporción según el tipo de escuela a la que asistían (religiosa, laica, laica de sectores populares). El 95% de los adolescentes de la encuesta manifestó tener información sobre cómo evitar el embarazo. Un 70% de los que mantenían relaciones sexuales utilizaban algún método efectivo para evitar el embarazo en la primera relación, disminuyendo ese porcentaje en las siguientes relaciones, siendo el preservativo el método más utilizado. Además, el consenso social sobre la maternidad adolescente se ha ido modificando con los años y los cambios sociales que los acompañan.
   
El embarazo en las adolescentes se ha convertido en seria preocupación para varios sectores sociales desde hacen ya unos 30 años. Para la salud, por la mayor incidencia de resultados desfavorables o por las implicancias del aborto. En lo psicosocial, por las consecuencias adversas que el hecho tiene sobre la adolescente y sus familiares.
   
Cuando la adolescente se embaraza inicia un complejo proceso de toma de decisiones y, hasta decidirse por uno, aparece siempre el aborto a veces como un supuesto más teórico que real.
   
En 1985, en EE.UU, el aborto alcanzó el 42%; los matrimonios disminuyeron del 51% al 36%. Hoy, la tendencia es de un aumento de los abortos y disminución de matrimonios, aunque no siempre las decisiones de las adolescentes son conocidas (abortos o adopción).
   
En España, la cifra del 12% de abortos en general es baja pero la interrupción del embarazo en jóvenes es de las más altas. Los nacimientos en adolescentes descendieron en un 32% en los últimos 4 años, pero los embarazos sólo disminuyeron en un 18%. La diferencia entre las tasas está dada por los abortos.
   
Salvo que el tener un hijo forme parte de un proyecto de vida de una pareja de adolescentes, el embarazo en ellos es considerado como una situación problemática por los sectores involucrados pero, si se considera al embarazo en la adolescente como un "problema", ello limita su análisis. En todo caso, esta "problematización" se aplicaría a algunas subculturas o a algunos estratos sociales, pero no a todos los embarazos en adolescentes. Además, el considerarlo un "proble-ma", exige aplicar terapéuticas que aporten soluciones sin permitir implementar acciones preventivas adecuadas. Por ello es conveniente encuadrarlo dentro del marco de la "salud integral del adolescente". Esto permite abarcar todos los embarazos que ocurran a esta edad; adecuar las acciones preventivas dentro de la promoción de la salud; brindar asistencia integral a cada madre adolescente, a sus hijos y parejas y aportar elementos para el desarrollo de las potencialidades de los adolescentes.
   
Por todo ello, el embarazo en adolescentes necesita un abordaje integral biopsicosocial por un equipo interdisciplinario capacitado en la atención de adolescentes y en este aspecto específico de la maternidad – paternidad.

el buen alucno y el mal alucno

http://www.youtube.com/watch?v=VY88VocjJ_w&feature=related

10 consejos para el adolecente suerte

Consejos al adolescente sobre la vidaLos adolescentes no son niños que tenemos que proteger de todo, principalmente de la verdad. Aquí van 10 consejos muy positivos sobre la vida real para los jóvenes y una guía de la adolescencia que el maestro no te enseñará en el instituto.


10 consejos al adolescente

que no le enseñarán en la escuela

  1.  
  2. 1. La vida no es justa. Acostúmbrate. El adolescente normal pasa el día diciendo y quejándose: "No es justo".
  3. 2. El  mundo no se preocupará tanto por tu autoestima como lo hace tu escuela.
  4. 3. Lo lamento. No ganarás medio millón de euros al año tan pronto salgas de la escuela, y no serás vicepresidente de la compañía, puede que hasta tengas que usar un uniforme de obrero.
  5. 4. Si piensas que tus maestros son duros, espera a tener un jefe.
  6. 5. Cocinar, preparar hamburguesas por ejemplo,  no está por debajo de tu dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para preparar hamburguesas. Lo llamaban "Oportunidad".
  7. 6. No es culpa de tus padres si te equivocas. Tú eres responsable. Recuerda que dijiste: "Es mi vida"  y "Tú no me mandas".
  8. 7. Antes de que nacieras tus padres no eran aburridos. Se volvieron más serios al solventar sus responsabilidades, como por ejemplo pagar recibos y al escucharte a ti.
  9. 8. La vida no está dividida en semestres. Y no tendrás vacaciones en el verano. Ni siquiera un descanso en la primavera. En el trabajo, esperarán que te presentes ocho horas cada día… Durante años.
  10. 9. El fumar no hace que te veas súper. Mira a un niño de 11 años con un cigarrillo en la boca. Así te ves tú para cualquier persona mayor de 20 años.
  11. 10. Tu escuela puede estar "basada en resultados visibles", pero la vida no lo está. En algunas escuelas te dan tantas oportunidades como necesites para poner la respuesta y para presentar exámenes. Los estándares están fijados bastante bajos para que casi todos puedan cumplirlos. Esto, por supuesto no se parece para nada a la verdadera vida, como pronto lo descubrirás.
  1. Consejos al adolescente sobre la vidaLos adolescentes no son niños que tenemos que proteger de todo, principalmente de la verdad. Aquí van 10 consejos muy positivos sobre la vida real para los jóvenes y una guía de la adolescencia que el maestro no te enseñará en el instituto.
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